Una vez la empresa ha localizado al agente comercial autónomo que necesita, es muy importante que se realice una reunión entre ambas partes para acabar de cerrar los acuerdos que regirán su colaboración.
Existen muchos puntos a tener en cuenta a la hora de redactar un contrato con el agente comercial. A continuación os indicamos los principales puntos que debería recoger:
- El objeto del contrato.
- La zona de actuación en la que trabajará el agente.
- Su retribución (comisión que recibirá por las ventas realizadas).
- Los impagos (como se regularizará esta situación)
- Los objetivos de venta que se estipulen (mensuales o anuales)
- La existencia de clientes actuales y su tratamiento
- Los canales de venta a trabajar.
- Información de su actividad.
- El período de prueba y la duración del contrato.
- Las condiciones de rescisión de contrato.
Es importante consensuar con el agente los puntos anteriores y clarificar cualquier punto que pueda provocar duda por cualquiera de ambas partes, lo que evitará confusiones o malos entendidos en un futuro. (Ley de Agencia, Artículo 22. Derecho a la formalización por escrito)
Dejar por escrito un contrato no se debe ver como un acto de desconfianza sino que será una herramienta importante que tanto la empresa como el agente podrán consultar siempre que lo necesiten. Por lo tanto, se incluirán todas las cláusulas pactadas al inicio de su colaboración.
Recomendamos que una vez definidos los puntos clave del contrato, nos apoyemos en un asesor especializado en contratos mercantiles para la redacción del contrato.
A continuación, os mostramos un ejemplo de contrato tipo de agente comercial que os puede servir de base para vuestras colaboraciones adaptándolo a vuestra empresa y al agente comercial a contratar.
Descarga gratuitamente el modelo de CONTRATO MERCANTIL EMPRESA-AGENTE