Una de la posibilidades para que las empresas puedan aumentar su cifra de ventas antes de contratar a un agente es la incorporación de agentes comerciales externos. Estos no suponen ningún coste fijo, y únicamente reciben una retribución variable si realizan alguna venta.
En este punto queremos hacer una reflexión: aunque la incorporación de agentes no suponga ningún coste para la empresa, la incorporación de una persona externa implica un compromiso empresarial que pasa por velar por su adaptación, darle apoyo en su labor comercial y proporcionarle las mejores herramientas que esten a nuestro alcance. Uno de los factores de éxito al incorporar al agente comercial en nuestra organización es que el agente se sienta parte del proyecto empresarial y que no sea únicamente un trabajador externo a comisión.
Sin duda el factor humano y la relación entre el agente y la empresa será un catalizador para la venta, o por lo contrario si no se siente parte del proyecto éste tendrá un recorrido muy corto.
El representante es nuestra imagen de empresa
No olvidemos que el representante es nuestra imagen de empresa delante de sus clientes, por lo tanto, su talento y profesionalidad deben ser considerados antes de llegar a un acuerdo comercial con nuestra empresa.
Debe ser habitual poder visitar con el agente a sus clientes, poder apoyarle con acciones desde fábrica, invitarles a eventos de venta, formarle si es necesario en nuevos productos o acciones que puedan afectarle o mejorar su acción comercial. Al fin y al cabo, le estamos pidiendo que realice una de las acciones más críticas dentro de cualquier empresa: la venta de nuestros productos o servicios, base del crecimiento o subsistencia de nuestra empresa.
Por lo tanto, tener un agente comercial en buena consideración, integrado y con una buena acogida con la empresa mejorará sin duda su rendimiento y mostrará una imagen de la empresa acorde a lo recibido.
Hasta la próxima!